domingo, 28 de junio de 2020

EL CORAZÓN DE UN MUSEO Por: Eduardo H. Maldonado Iporre

El 28 de diciembre de 2015, abrió sus puertas "Casa Museo Humberto Iporre Salinas". La fecha de inauguración obedecía al deseo de la familia y particularmente de su gestora, profesora Lourdes Stahel Iporre Peña, de hacer coincidir este acto inaugural con el centenario del natalicio del maestro.

Humberto Iporre Salinas (1915-1985), fue el músico potosino más importante del s. XX, con una vasta obra musical de más de 600 composiciones, muchas de ellas dedicadas a su tierra natal. Gran parte de este acervo musical es esencialmente para interpretación en piano, instrumento en el cual el maestro fue un virtuoso.


Desde niño sus primeras lecciones de piano estuvieron a cargo de su padre, don Víctor Iporre Rollano, y posteriormente  su educación fue encomendada al maestro de capilla, profesor Manzano, quién le indujo a la música sacra.

Llegó la Guerra del Chaco y el joven Humberto tuvo que presentarse al ejército, habiendo retornado a la familia una vez concluida la contienda bélica, pero un año después falleció su señora madre, doña Ernestina Salinas de Iporre, con lo que el deseo de proseguir sus estudios de piano en Chile quedó trunco y debió cultivar su arte como autodidacta.


Su interés por aprender más hizo que se proponga mejorar el instrumento musical que tenían en la familia. Inicialmente tuvo un piano vertical, color marrón, de marca Blondel y con la venta de este instrumento más algunos ahorros le permitió ir renovando uno tras otro hasta conseguir un piano de media cola, fabricación alemana color negro, marca Rönich. Éste último piano  originalmente perteneció a la señora Lily Soux de Aitken y luego pasó a propiedad del señor Octavio Adamczyk.

El joven Humberto frecuentemente acudía a la casa de la familia Adamczyk para tocar el piano y llegó un momento en el que el propietario del instrumento le previno que si se animaba a vender el piano, al primero que ofrecería sería al joven artista, que si mantenía el interés y tenía las posibilidades económicas el piano sería suyo.

Pasó el tiempo, don Humberto contrajo matrimonio con la señora Nieves Peña Zuleta y la hija única, Lourdes Stahel, había culminado sus estudios en la Normal de Maestros Mariscal Antonio José de Sucre. Los padres satisfechos por el logro de la hija fueron a la ciudad de Sucre para retornar con ella a Potosí y fue entonces que don Humberto le dijo a su hija que le hacía esperar una sorpresa en la casa.


Llegaron a la Villa Imperial, ingresaron al zaguán de la casa y al ingresar a la sala le mostró el piano. Se había cumplido el anhelo de adquirir el piano marca Rönich y había un motivo más que propicio porque regresaba la unigénita como profesora en educación musical.

Desde el primer piano hasta el último, todos los instrumentos a su tiempo fueron testigos sonoros de la creación musical del maestro y de su sello muy personal al interpretar en ellos sus composiciones, poniendo su corazón en cada nota, en cada acorde, en las escalas, los arpegios, volteando las manos, rasgando las cuerdas interiores con una mano y posando la otra en las teclas.

No hay duda, había un sentimiento único que conectaba al maestro con el instrumento, podríamos decir que se trató de un amor a primera vista, no otra cosa significa que su primera composición (1929), se dio a pocos días de cumplir 14 años de edad y la tituló "Amor al piano".



El maestro Iporre Salinas falleció el 7 de noviembre de 1985, por un repentino infarto, y hasta hoy, la Casa Museo que lleva su nombre conserva su piano como el corazón de este espacio cultural.

Potosí, junio de 2020.

Eduardo H. Maldonado Iporre














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